La prohibición parcial del estadio de Valencia se reduce a solo TRES partidos a pesar del abuso racista dirigido al extremo del Real Madrid Vinicius Jnr, luego de que el club apelara contra el castigo ‘injusto y desproporcionado’
La sanción parcial del estadio del Valencia se ha reducido a tres partidos a pesar de los insultos racistas dirigidos al delantero del Real Madrid Vinicius Jnr, mientras que la multa que se le ordenó pagar al club tras el incidente también se ha reducido.
El equipo de LaLiga fue sancionado después de que Vinicius fuera atacado por la afición del Valencia durante la derrota del Madrid por 1-0 en Mestalla, y se ordenó el cierre parcial del campo durante cinco partidos. Se impuso una multa de 45.000 € (39.000 £).
Vinicius amenazó con abandonar el terreno de juego durante la segunda parte del partido tras ser objeto de cánticos de monos y el Madrid, que calificó el incidente de ‘crimen de odio’, presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado.
Sin embargo, Valencia lanzó un recurso contra el cierre, calificándolo de ‘injusto y desproporcionado’. La prensa local también criticó la decisión ‘sin precedentes’.
Inicialmente, el club recibió instrucciones de cerrar la grada sur de Mario Kempes, el lugar del abuso, durante cinco partidos, aunque desde entonces esto se ha suavizado.
La prohibición de estadios del Valencia se reduce a pesar de los abusos raciales dirigidos a Vinicius Jnr


El extremo del Real Madrid Vinicius fue blanco de cánticos y gestos viles y reaccionó con furia


Mestalla ahora estará parcialmente cerrado por tres partidos en lugar de los cinco partidos iniciales
El total actualizado de la multa asciende ahora a 27 000 € (23 000 £).
Se cree que se ha desencadenado una nueva apelación, con Valencia ansioso por garantizar que el cierre no se aplique a su enfrentamiento crucial contra el Espanyol el domingo.
Vinicius declarará por videoconferencia ante un Juzgado de Instrucción de Valencia, y en la instrucción también hablarán tres acusados de abusar de él.
Los hinchas, todos de entre 18 y 21 años, fueron detenidos por la policía a principios de esta semana en relación con el incidente, y un tribunal de Valencia abrió una investigación sobre el presunto episodio racista que provocó la detención del partido.
Pero Valencia ha seguido manteniéndose firme contra las acusaciones más amplias.
Confirmando que habían rechazado su primer castigo, una declaración del club decía: “Valencia ha colaborado desde el primer minuto con la Policía y todas las autoridades pertinentes para esclarecer los hechos ocurridos.
Además, hemos aplicado la máxima sanción posible con la prohibición de por vida de nuestro estadio por comportamiento racista de los aficionados identificados por la policía.


Vinicius también recibió una tarjeta roja cuando los ánimos se encendieron, antes de que se rescindiera la expulsión.


Una gran pancarta que decía ‘Todos somos Vinicius, basta (de racismo)’ fue exhibida en el Bernabéu
Por su parte, el técnico del Valencia, Rubén Baraja, se pronunció en rueda de prensa contra las medidas: “No voy a permitir que se manche a la afición del Valencia CF y de Mestalla con etiquetas que no nos representan.
“Así como un jugador se defiende con razón de los insultos y lo apoyo con todas mis fuerzas, nosotros como club y afición nos rebelamos contra aquellos que, durante los días posteriores al partido, nos han acusado de ser lo que no somos”.
Al explicar el cierre parcial del estadio, la RFEF insistió en que el abuso era “muy grave”.
‘Se da por probado que, tal y como refleja el colegiado en su acta, hubo gritos racistas a Vinicius, alterando el normal desarrollo del partido y considerando muy graves las infracciones’, señaló el órgano rector.
Vinicius también había sido despedido durante el partido luego de una revisión del VAR por un aparente empujón al delantero del Valencia Hugo Duro. Sin embargo, la tarjeta roja fue anulada después de que más imágenes revelaran que Vinicius había sido agarrado por el cuello antes del incidente.
La RFEF dijo que la decisión del colegiado se tomó por estar ‘privado de una parte decisiva de los hechos’ y aseguró que era ‘imposible’ ‘valorar’ la situación.